La nueva normativa de ascensores y su impacto directo en las comunidades de vecinos

La nueva normativa de ascensores ha encendido las alarmas en cientos de comunidades de vecinos, especialmente en edificios con instalaciones antiguas. Desde el pasado 1 de julio, los cambios técnicos exigidos por la nueva Instrucción Técnica Complementaria están obligando a muchos propietarios a abrir la cartera para cumplir con los nuevos estándares de seguridad, mantenimiento y accesibilidad.

Aunque no es obligatorio adaptarse de inmediato, muchas comunidades están adelantando pasos para evitar sanciones y distribuir el coste en el tiempo. El motivo: las derramas pueden ascender fácilmente a miles de euros.

¿Qué cambios trae esta normativa?

Uno de los aspectos que más está afectando al bolsillo vecinal es la actualización de sistemas en ascensores antiguos. Las exigencias van desde la nivelación precisa de la parada del ascensor (con un margen de solo 10 mm), hasta la instalación obligatoria de barreras infrarrojas para evitar accidentes con personas o mascotas.

También se exige un sistema de comunicación bidireccional dentro de la cabina, pensado para casos de emergencia en los que una persona pueda quedarse atrapada. Aunque hoy en día todos llevamos un móvil encima, esta medida añade un plus de seguridad especialmente valorado por personas mayores o con movilidad reducida.

¿Y cuánto costará esto a cada comunidad?

Dependerá del estado actual del ascensor, pero los números no son pequeños:

• 3.000 € para reparaciones básicas.

• 10.000 a 12.000 € si hay que adaptarlo completamente a la normativa.

• Hasta 40.000 € o más si se decide cambiar por un ascensor nuevo y más amplio.

• En edificios sin ascensor, instalar uno desde cero puede costar entre 150.000 y 180.000 €.

Las comunidades más afectadas son aquellas cuyos ascensores ya venían arrastrando deficiencias. Otras, en cambio, están aprovechando la coyuntura para modernizar completamente sus equipos y ganar en comodidad, accesibilidad y revalorización del inmueble.

Plazos para cumplir con la normativa

Aunque no hay obligación de hacerlo todo de golpe, sí hay fechas límite. Las inspecciones seguirán su curso habitual cada cuatro años, pero a partir de ahí comenzarán los plazos legales para ejecutar las reformas necesarias.

Por ejemplo, si en una inspección se detecta una deficiencia en la parada del ascensor, la comunidad tiene un año para corregirla… salvo que haya un accidente: en ese caso, el plazo se reduce a seis meses.

Cómo afrontar esta situación sin caos en tu comunidad

Desde Afincalitas, lo estamos viendo de cerca: comunidades que se adelantan a los cambios consiguen mejores presupuestos, negocian con empresas de mantenimiento con mayor margen y evitan sustos de última hora.

Lo importante es:

• Realizar una evaluación técnica cuanto antes.

• Establecer un plan de actuación y financiación con antelación.

• Contar con una administración de fincas especializada que coordine todo el proceso sin tensiones entre vecinos.

¿Tu comunidad aún no ha valorado los cambios que exige la nueva normativa de ascensores?

No esperes a que llegue la sanción o una inspección desfavorable. En Afincalitas podemos ayudarte a evaluar el estado de tu ascensor, planificar el proceso de adaptación y evitar derramas sorpresa.